El cadáver de la pequeña Olivia apareció dentro de una bolsa lastrada con el ancla de la lancha del padre

Los investigadores a bordo del buque con el que estaban llevando a cabo la búsqueda de las niñas desaparecidas en Tenerife han descubierto que la pequeña Olivia falleció dentro de una bolsa lanzada al mar, presuntamente por su padre y secuestrador, que había sido lastrada con el ancla de la lancha para que se hundiera.

Han aparecido dos bolsas lastradas en el fondo del mar, a 1.000 metros de profundidad. Una de ellas con el cuerpo de Olivia, mientras que la otra estaba vacía.

Hay que recordar que el día de la desaparición de las pequeñas, las cámaras de seguridad del puerto registraron al padre cargado con dos bolsas que habían desaparecido cuando horas después fue registrada su lancha por la Guardia Civil. Los agentes le interrogaron y multaron porque estaba incumpliendo el toque de queda vigente en aquella fecha en las Islas Canarias. De hecho, en las cámaras se recoge que el padre cargó hasta seis objetos en la embarcación. Ninguno de ellos fue visto en el registro posterior.

El buque oceánico ‘Ángeles Alvariño’ localizaba este jueves el cuerpo sin vida de una menor en la zona donde se buscaba a las dos pequeñas desaparecidas el pasado 27 de abril junto a su padre, Tomás Gimeno, que tenía que habérselas devuelto a su madre ese mismo día. El cadáver, que apareció a una milla náutica del puerto de Güímar, fue identificado rápidamente como el de Olivia, la mayor -6 años- de las dos hermanas desaparecidas. De Anna aún no hay noticias. La identificación oficial, eso sí, está pendiente de que sea anunciada por la autoridad judicial, pero fuentes policiales lo confirman y ya le ha sido comunicado a la madre.

Desde el pasado 30 de mayo el buque del Instituto Español de Oceanografía rastrea el litoral de Tenerife en busca de algún rastro de las niñas. Los restos del cadáver de Olivia ya han sido trasladados al Instituto Anatómico Forense de Santa Cruz de Tenerife, donde serán analizados.

En las últimas horas ya se había encontrado una botella de aire comprimido y una prenda térmica del padre, Tomás Gimeno, también desaparecido y principal sospechoso de haber secuestrado a las dos niñas, a las que tenía que haber devuelto a su madre el día de la desaparición. También habían aparecido durante el día de hoy algunas bolsas sospechosas en la zona donde se estaban haciendo los rastreos.